CÓMO CONDUCIR CON NIEVE Y HIELO
CÓMO UTILIZAR LOS NEUMÁTICOS DE INVIERNO PIRELLI
Sobre carreteras mojadas o nevadas, pero también en superficies secas sometidas a temperaturas ambientales bajas, el neumático de invierno garantiza una mayor seguridad respecto a las variantes de verano por su diseño adaptado para este clima concreto. Las cubiertas de verano pierden grip cuando el termómetro cae. Las de invierno, en cambio, se benefician de una composición específica que proporciona máxima adherencia.
El dibujo del neumático de invierno está pensado para lograr un elevado nivel de drenaje para prevenir del riesgo de aquaplaning. Esta circunstancia puede ocurrir en superficies muy mojadas o en presencia de charcos. Sucede cuando los vehículos "flotan" como consecuencia de la incapacidad de la goma de expulsar el agua.
Cuando las temperaturas caen por debajo de 7ºC, el neumático de invierno reduce la distancia de frenada un 10% en suelo mojado, porcentaje que crece hasta el 20% en superficies nevadas, en comparación con las cubiertas de verano.
Tras montarse al inicio de la estación fría, los neumáticos de invierno permiten conducir en carreteras secas, mojadas o nevadas manteniendo el máximo control del vehículo gracias a su innovadora tecnología. De acuerdo con la ley, deben ofrecer el mismo control en condiciones invernales que las cadenas. Sin embargo, estas últimas ocupan un gran espacio en el vehículo y tienen una velocidad máxima de 50 km/h, por no hablar de su elevado nivel de ruido y la drástica reducción del confort de conducción que de ello se deriva.
A velocidades equivalentes, el neumático de invierno ofrece unas mayores prestaciones en cualquier condición por debajo de 7ºC. Su mayor grip se asocia también a unas mejoradas tracción, estabilidad y frenada, y, por ende, a un excelente confort de conducción.
Los neumáticos de invierno le permiten viajar libremente en otoño e invierno sin preocuparse de las condiciones meteorológicas.
MANTENIMIENTO DEL NEUMÁTICO DE INVIERNO
COMPRUEBE PERIÓDICAMENTE LA PRESIÓN
En el caso de un neumático de invierno, se recomienda aplicar un incremento de 0,2 bar para compensar la fluctuación termal que provoca un descenso en la presión de la goma. Se recomienda medirla en frío y, como mínimo, tras tener el vehículo 30 minutos en reposo, a fin de asegurarse de que la conducción no la ha afectado. Las presiones de las cubiertas de invierno debe efectuarse no sólo tras algún incidente (como un golpe en el flanco o la banda de rodadura), sino, al menos, una vez al mes.
VIDA ÚTIL
La normativa aplicable en Europa establece que los neumáticos deben sustituirse cuando la banda de rodadura tiene una profundidad menor a 1,6 mm.
DURABILIDAD
Cuando no utilice el neumático de invierno, recomendamos preservar la cubierta bien almacenada con su llanta, preferiblemente inflada y sometida a un control de la presión periódico. El mejor modo de colocación es posicionarla en fila o verticalmente en estanterías, al menos a 10 cm del suelo, con una pared lateral vertical de modo que no afecte al perfil.
CONSEJOS DE CONDUCCIÓN INVERNAL
CÓMO RECONOCER UN NEUMÁTICO DE INVIERNO
Estas cubiertas son fácilmente reconocibles a través del marcaje M+S (Mud&Snow) del flanco, que se une al de una montaña de tres picos con el símbolo de un copo de nieve (3PMSF).